jueves, 13 de octubre de 2011

DESCUBREN LO QUE PUEDE SER EL PRIMER PLANETA SIMILAR A LA TIERRA A 20 AÑOS LUZ


El descubrimiento anunciado para el próximo año se adelantó esta semana. Descubren el primer planeta extrasolar más similar a la tierra encontrado hasta hoy en el universo observable, ubicado a tan solo 20 años luz de nosotros.

Un grupo de astrofísicos de la Universidad de California en Santa Cruz y de la Institución Carnegie en Washington han anunciado el descubrimiento de lo que parece ser el exoplaneta más parecido a la Tierra hasta el momento.

El nuevo exoplaneta tiene un tamaño similar a la Tierra y se encuentra en la zona habitable de su estrella, es decir, la zona en la que es posible que haya agua líquida. Potencialmente este planeta podría albergar las condiciones adecuadas para albergar vida.

Según Steven Vogt, el hecho de que hayan detectado este planeta tan pronto significa que este tipo de planetas debe de ser abundante. Además han descubierto otros planetas más en el mismo sistema solar que ya contaba con varios descubiertos previamente.

Fue detectado mediante el método de velocidad radial basado en el efecto Doppler. Básicamente se observan el movimiento de bamboleo introducido en la estrella por el tirón gravitatorio de los planetas que la orbitan. Esta técnica de detección ha sido mejorada mucho en los últimos años gracias al aumento de precisión de los espectrógrafos, que ya permite detectar planetas más pequeños. Al principio sólo se podían detectar planetas gaseosos gigantes con gran tirón gravitatorio.

Últimamente se ha perfeccionado también la técnica de tránsito mediante la cual se detectan planetas al pasar éstos delante del disco de la estrella según nuestra perspectiva. El observatorio Kepler utiliza esta segunda técnica y a espera de confirmación parece que también puede haber detectado planetas rocosos similares a la Tierra. Cada técnica está optimizada para un determinado tipo de planetas y ninguna permite su visualización directa. En todo caso hay una carrera por apuntarse el tanto de descubrir el primer planeta que sea gemelo de la Tierra.

Este grupo de investigadores ha usado el telescopio Keck en Hawaii para la detección de este sistema planetario en un proyecto que ya ha durado 11 años financiado por la NASA. No es fácil detectar este tipo de planetas tan pequeños. En este caso necesitaron unas 200 observaciones con una precisión de 1,6 metros por segundo. También tuvieron que utilizar datos del grupo de Ginebra sobre este sistema. Informan de su descubrimiento en la revista Astrophysical Journal.

El sistema planetario al que pertenece este nuevo planeta se encuentra a sólo 20 años luz de distancia de la Tierra en dirección a la constelación de Libra y su estrella es una enana roja de nombre Gliese 581. Como las enanas rojas emiten poca energía, la zona habitable está muy cerca de la estrella y obliga a un posible planeta ubicado en esa zona a sincronizar el periodo orbital con el de rotación, por lo que siempre enfrenta la misma cara a la estrella, estando una cara perpetuamente iluminada y otra en perpetua oscuridad.

Como ventaja cuenta con la vida extremadamente larga que tienen este tipo de estrellas, lo que proporcionaría un lapso temporal enorme para que aparezca y evolucione la vida si se dan las condiciones propicias (agua líquida, una atmósfera lo suficientemente densa y un gradiente energético).
 
En este sistema han encontrado varios planetas alrededor de Gliese 581 que con los nuevos suman un total de seis, todos ellos en órbitas casi circulares.

El más interesante de estos planetas, y motivo de esta nota, es Gliese 581g con una masa de entre 3,1 y 4,3 masas terrestres, un radio entre 1,2 y 1,5 el radio terrestre, una distancia a su sol de 0,15 UA y un periodo orbital de 37 días. Probablemente se trata de un planeta rocoso cuya masa permite la retención de una atmósfera densa, aunque este punto es una deducción más o menos realista.

En un principio se creía que un planeta que enfrentara siempre un lado a su sol no sería propicio para la vida, pero los modelos planetarios y de circulación atmosférica realizados después predijeron que tiene que haber una franja en la que las condiciones de luz y temperatura permitan la vida. Según Vogt cualquier posible forma de vida que pueda haber surgido en este planeta puede elegir una amplia gama de climas estables para evolucionar.

Gliese 581g se encuentra justo en el centro de la zona habitable, mientras que los planetas d y c del mismo sistema se encuentran en sus bordes y son menos propicios para la vida al ser o demasiado frío o demasiado cálido. La aceleración de la gravedad estaría entre 1,1 y 1,7 la terrestre, aunque tomando el máximo valor para el radio y masa de los intervalos estimados podría llegar a más o menos el doble.

Aunque las estadísticas de muestras de una unidad son complicadas de extrapolar, este grupo de investigadores dice que potencialmente debe de haber muchos planetas habitables, porque este caso Gliese 581g ha aparecido sorprendentemente pronto, después de observar sólo unas cuantas estrellas.

Según Vogt el número de sistemas con planetas habitables se situaría entre un 10% y un 20%. Considerando los cientos de miles de millones de estrellas de nuestra galaxia arroja un número muy alto de este tipo de planetas.

Tomado de: http://universitam.com/

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